El dueño de una pollería en Comas, dispara contra uno de los delincuentes que intentó robar su local lo había hecho con el fin de defenderse pues ya había sufrido dos asaltos previos y «estaba cansado«. 

Según precisa el abogado  la defensa propia es justificada cuando uno es «víctima de una agresión ilegítima». En el caso del dueño de la pollería, este «repelió el ataque con la finalidad de defender su vida y la de terceros». 

El letrado señala además que también se consideran «las circunstancias que remiten peligrosidad en cuanto al patrimonio o la vida». Incluyó además el llamado ‘principio de proporcionalidad’ que se tiene que tener en cuenta durante un ataque. 

«Si veo las circunstancias en donde ingresan sin mi autorización a mi domicilio, estamos ante el primer requisito de una agresión legítima. Si agreden sexualmente a mi esposa o a mi hija y tengo un arma a mi alcance que doy uso y lo mato es una agresión legítima de defensa».